Hacia finales de los 70 años de Exilio del pueblo judío, el Imperio babilónico había llegado a su fin, resurgiendo un nuevo poder que dominaba el mundo: el Imperio Persa.
En esa época reinaba el Rey Ajashverosh, quien hizo una gran fiesta en el tercer año de su reinado para mostrar su gran poder ante todo el mundo, y puesto que su mujer Vashtí se rehusó a participar, él mandó a ejecutarla.
En el año sexto de su reinado (362 a.e.c.) Ajashverosh buscaba una nueva mujer, y mandó a llamar a las mujeres más guapas de todo su Reino con el fin de eligir a la más bella y coronarla como Reina de su Imperio. Sin revelar su identidad judía, Esther se presentó ante el Rey Ajashverosh, quien se quedó maravillado por tanta belleza, y sin pensarlo más la coronó Reina.
En el palacio vivía también un hombre llamado Amán que ejercía su nuevo cargo de ministro, y dada su importancia, mandó a todos los que trabajaban en el Palacio Real a que se inclinasen ante él. Todo el personal cumplía esta nueva norma, a excepción de Mordejay, el tío de Esther, por lo que desde ese momento Amán supo que era judío y decide que se debe exterminar a todos los judíos del Imperio Persa.
Hasta ahora todo se desarrolla por vía natural, entonces, ¿dónde está lo extraordinario? precisamente en ver cómo todos estos acontecimientos normales y lógicos se encauzan hacia un momento crucial.
En la misma noche que Amán decreta que todos los judíos deben ser exterminados, el Rey perdió el sueño y pidió que le trajesen el Libro de las Crónicas para que lo leyesen en su presencia. En cuanto se abrió el libro, se encontraron con la página que relataba cómo Mordejay le salvó la vida al Rey en una ocasión. La Meguilá nos narra que una vez Mordejay estaba sentado en la puerta de palacio y escuchó a dos servidores del Rey que planeaban envenenarle. No se percataron de que Mordejay entendía su idioma y, como ciudadano fiel, reveló el complot.
Esa misma mañana, llegó Amán para hacerle firmar el decreto de la pena de muerte de Mordejay. El Rey entonces preguntó a Amán: “¿qué le harías a una persona que ama y venera al Rey?” Amán se da por aludido y le contesta: “lo pasearía por toda la ciudad”. Ante esta respuesta, Ajashverosh encomendó a Amán ser el encargado de realizar este cometido con Mordejay.
Al día siguiente se llevó a cabo el segundo banquete de la Reina, donde pretendía revelar su identidad judía. El Rey le preguntó a Esther cuál era su deseo y ésta pidió que no se exterminara a su pueblo, señalando a Amán como instigador de la tragedia.
Fue así que Ajashverosh ordenó utilizar la horca preparada originalmente para Mordejay para ejecutar al malvado Amán. Es por eso, que los judíos gozaron de alegria el día 14 de Adar, y el 15 de Adar en la ciudad de Shushán celebraron con alegres banquetes la salvación del nefasto decreto. Por este milagro Mordejay implantó que todos los años, el día 14 de Adar se lea la Meguilá de Esther, en la cual se relata esta historia y se repartan entre los pobres regalos y entre los amigos obsequios, para que de esta forma la alegría sea plena para todos los judíos.
Cuando reflexionamos sobre cada ciclo por separado, todo nos parece normal y casual, pero cuando unimos todas las etapas y analizamos todo el proceso en su conjunto, descubrimos que no puede ser casual: que en la misma noche el Rey pierda el sueño, se lea en las Crónicas lo acontecido con Mordejay, Amán termine de preparar el árbol y se presente para colgar a Mordejay y, además, Esther programe la fiesta para ese día.
Precisamente en Purim se nos dio la metodología para percibir el control divino, cuando D-s se ocultó y la profecía se terminó. Todo consiste en analizar los procesos históricos o de nuestra vida personal como un conjunto, y no por etapas separadas. Por eso, se nos prohíbe ir enrollando la Meguilá al mismo tiempo que la leemos, teniendo que dejar todo el pergamino abierto, para analizar toda la Meguilá como una sola unidad.
El Ayuno de Esther
Cuando el Pueblo de Israel, después de la salida de Egipto, luchó contra Amalek, ayunaron para que D-s les ayudara. Unos 900 años más tarde, en los días de Mordejay y Esther, el día 13 de Adar, los judíos se unieron para defenderse de Amán, el malvado, que había decretado el aniquilamiento de todos los judíos. Esther no pudo revocar el decreto de exterminio, sino proporcionarles armas para que pudieran defenderse de la agresión de los persas que atentaron contra sus vidas. Ellos necesitaban pedir misericordia para que D-s les ayudara.
Es por ello que se estableció el ayuno el día 13 de Adar, llamándolo “ayuno de Esther”, para recordar que si la persona se arrepiente y retorna a D-s con todo su corazón cuando esté pasando un momento difícil, D-s escuchará sus oraciones, así como lo hizo con nuestros antepasados en aquellos días.
Majatzit Hashekel, el medio shekel
En la época en que el Templo existía, todo israelita mayor de 20 años, rico o pobre debía renovar su participación por medio del pago anual de medio shekel (siclo) para el mantenimiento del Templo y sus ofrendas. Como este pago requería ser efectuado el primero de Nisán, solía ser recordado al pueblo en una proclamación especial que se emitía el primer día de Adar.
En nuestros días, en la Minjá previa a Purim, antes de la lectura de la Meguilá, se da el Majatzit Hashekel, como caridad para los pobres o las instituciones benéficas.
El valor de Majatzit Hashekel es el equivalente a diez gramos de plata.
¿Por qué nos disfrazamos en Purim?
Ya que Purim marca la etapa donde comienza la ocultación de D-s en la historia, el hecho de que no lo percibamos no quiere decir que no esté presente.
Cuando una persona se disfraza no somos conscientes de su presencia, pero ella está entre nosotros.
Las Leyes de Purim
El Ayuno de Esther
Se debe ayunar desde el amanecer hasta la salida de las estrellas.
En la Amidá de los días de ayuno se debe recitar la plegaria llamada "Anenu" (Contéstanos), en la bendición de "Shomea Tefilá" (Que escuchas nuestras plegarias).
Mishlóaj Manot
Como nos enseña la Meguilá de Esther: "... y en el mes que se les transformó a ellos la tristeza en alegría y el duelo en día festivo, para hacerlos días de banquete y alegría, y envío de alimentos uno al otro…" (Ester 9:22).
La razón de este precepto es que cuando la persona le envía alimentos a su prójimo, le está expresando su sentimiento de aprecio y amor, y de esa forma también se implanta en el corazón de su prójimo un sentimiento similar.
El versículo dice "...y envío de alimentos" en plural. La mitzvá consiste en enviar dos porciones de alimentos. Los Mishlohei Manot deben ser entregados el día de Purim y no los días anteriores a la fiesta, y es correcto darlos después de la lectura de la Meguilá.
Dar regalos a los pobres y Tzedaká
Con la finalidad de que todos los miembros del Pueblo de Israel puedan festejar la fiesta de Purim, con regocijo y alegría.
Comida festiva
Para rememorar el banquete real en el cual Esther logró la anulación del decreto de Amán.
Lectura de la Meguilá
En la noche de Purim y en el servicio matinal del día siguiente leemos la Meguilá de Esther, para proclamar el milagro de Purim públicamente a todo el pueblo. Tanto hombres como mujeres tienen la obligación de escuchar la Meguilá.
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