La parashá de esta semana es Vayejí, con ella se cierra el libro de Bereshit, el primero de los cinco libros de la Torá. En el medio de la Parashá vemos como Yaakov, el último de los patriarcas bendice a sus nietos, Efraim y Menashé hijos de Yosef, y luego a sus hijos, las futuras 12 tribus. Cuando Yaakov está bendiciendo a sus nietos, le dice a Yosef su hijo, que él ya está por morir, y que antes de eso le quiere dar por herencia una determinada ciudad:
“Dijo Israel (Yaakov) a Yosef: He aquí que yo voy a morir, pero Elohi-m estará con vosotros y os hará retornar a la tierra de vuestros padres. Y yo te he dado una parte más (Shjem) sobre la de tus hermanos, la que conquisté de manos del Emorí con mi espada y mi arco” (Bereshit / Génesis 48:22).
Rashi, comenta en base a un Texto del Talmud (Bava Batra 123a) que las palabras “Mi espada y mi arco” se refieren a su sabiduría y su Tefilá — Jojmató uTfilató.
La Tefilá es comparada a un arco, arco y flecha. Al igual que al lanzar una flecha, cuando rezamos tenemos un objetivo, una intención un rumbo, a veces lo hacemos con mayor intensidad y damos en forma certera en donde apuntamos. A veces requiere de práctica, de puntería. Nuestras oraciones ocultan quizás, el poder de visualizar hacia dónde queremos llegar.
Me pregunto ¿cómo es posible? ¿pueden ser la sabiduría y la plegaria nuestras armas? Otros comentaristas dicen que justamente la sabiduría es como una espada, porque que, si es afilada, puede penetrar de forma precisa en las personas. Sin duda la sabiduría, el estudio y la plegaria, es lo que nos ha defendido como pueblo, no en forma física, sino en forma espiritual. Es el acercamiento a nuestras fuentes y a nuestra tradición lo que nos va a defender de nuestros enemigos más grandes: La indiferencia, la apatía y la asimilación.
Ramban, Najmánides, interpreta este versículo diciendo que: “La tierra no será conquistada sólo por espadas y arcos”. Sino que también con inteligencia, con sabiduría, con plegaria.
Nuestra arma más afilada es nuestra inteligencia, nuestro conocimiento. No se requiere de licencias para portarla, no necesita municiones, no pesa, no ocupa espacio. Ahora quizás pueda entender la recomendación y decir, es mejor estar armados, armados de Tefilá ,de plegaria y sabiduría.
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