En esta fase de nuevos rebrotes, hace falta mucha calma para no caer presos de la desesperación. La prioridad en los nuevos liderazgos ya no es la visión sino la contención. La gente que esta atenazada por el miedo y la angustia, no puede pensar con claridad.
Quienes tienen puestos de responsabilidad y padres con hijos pequeños tienen que saber “cuidar del otro” En psicología se alude a la relación con otra persona “que te ayuda a procesar los miedos y angustias existenciales”. Este término lo acuño un psicoanalista inglés, Donald Winnicott. Significa que los padres estén
disponibles sin ser demandantes, den respuestas sin ser reactivos, despertar la curiosidad , sin ponerlos en peligro , en suma como decía François Dolto, darles herramientas para que puedan afrontar “La dificultad de crecer”. De esta manera ayudaremos a un crear un sentido de identidad fuerte. Freud decía que la neurosis es la incapacidad de tolerar situaciones de ambigüedad, e incertidumbre.
La pandemia es contagiosa según Claudia Nagel, : física y psicológicamente. Señala que se manifiesta a través de oleadas :1) miedo 2) movilización y 3) acción. El miedo promueve conductas difíciles de gestionar, como caer en comportamientos regresivos, proyectar nuestros miedos en los demás, favorecer la “cultura de la sospecha” que se traduce en ataques e estigmatización contra trabajadores de la salud , entre otros. Quien tiene la capacidad de “contener” puede sostener la ansiedad del otro, y ayudarle a esa persona a desarrollar la capacidad de hacerlo por sí mismo. Rojas Marcos, señala la importancia de cómo nos hablamos a nosotros mismos.
La contención ayuda a transitar momentos de inseguridad, a procesar sentimientos en la conversación con los demás, en suma a “sentirse comprendido y aceptado”. Se trata de una competencia clave, fundamental para vivir, con el menor trauma posible, situaciones como la que estamos viviendo.
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